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lunes, 30 de mayo de 2016

La Leyenda de la cabeza voladora de Cairani

Era yo, Un Mozalbete de unos 5 a 6 años aproximadamente, en esos tiempos vivía en la casa de mis abuelos en un Pueblo llamado Cairani o “Posito de Plata” llamado a si por el gran movimiento de joyas en base a plata que en tiempos del auge de arriaje por dicho lugar se mostraba, Cairani, perteneciente al Distrito del mismo nombre, provincia de Candarave, Departamento de Tacna, Ciudad al Sur del PERÚ.
Resultado de imagen para leyenda la cabeza voladora de tacnaEra de madrugada, noche muy clara de luna llena, se me dio por ir a orinar, y para ello tenía que pasar el patio, luego una regular huerta, y llegar al área de los corrales, por la pereza y el temor sólo pude llegar al pequeño zaguán de acceso a la huerta; frente se encontraba un árbol, no a mucha distancia algo de dos metros de la puerta al arbusto, donde pasaba una pequeña acequia, lugar en el cual me puse a orinar en compañía de un perro de la casa.

Estaba muy confiado en vista de la claridad del momento, sin embargo el perro se mostraba algo inquieto, ladraba desenfrenadamente, creído que se trataba de un gato trepado en el arbusto; busqué una piedra en el suelo, y empecé a tirar a fin de que salga. Grande fue mi sorpresa al ver de pronto un bulto de forma circular muy parecido a una cebolla, logre ver con claridad un rostro humano muy lastimado por efecto de las ramas supongo, de larga cabellera la misma que se enredó en las ramas, por el susto quedé estático por un momento, sólo al perro ladraba desenfrenadamente y jalaba de la basta de mi pantalón, al reaccionar sólo atine a correr a los dormitorios, trancando la puerta con cuanta barreta encontré, avisé a mi tío que sólo atino a decirme que seguro era un Kac Kac o cabeza voladora, me eché en la cama y me tapé el cuerpo entero con las frazadas. A la mañana siguiente solo se encontró al perro muerto.

Leyenda La Viuda alegre


C
on traje que cubre hasta los pies y sobre el un manto grande, ambos de color de una noche tormentosa y cuando la luna está verde o sea en luna nueva hacía su aparición en la esquina, entre las calles Arequipa y Grau una señora de pequeña estatura que afirman se presentaba vestida de blanco. A veces se le ocurría pasear por las calles, acercándose a algún parroquiano o dejar que se le acerquen a ella; otras veces, ya rendida parece que iba a recuperar fuerzas sentándose en una banca del Parque. 
En cierta oportunidad la señora encontró a don Bartolomé Chamaya en su casa de la calle Santa Clara, en paños menores, porque hacía mucho calor, don Bartolomé estaba en el quicio de la puerta de su casa. La mencionada dama lo invitó para que la acompañara. Aquel no esperó segunda petición y fue del brazo de ella. Pero después de haber caminado unos cuantos metros, el afortunado personaje se dio cuenta que don Chamaya iba en traje de Adán y con justicia tuvo temor. Las mujeres se cuidan hasta después de muertas.

Cuentan que cuando la mencionada mujer se veía muy sola, echaba a llorar con tanto sentimiento que parecía una criatura. En otra ocasión dicen que don Miguel J. Egart a quien llamaban cariñosamente el Zambo Egart se encontraba tomando licor en una tienda y al verse mareado salió para irse a su casa y al pasar por el parque vio a una señora sentada en una banca y para él fue todo un paraíso en esos momentos al verse los dos solitos, Egart acercándose le preguntó a la señora ¿qué hacía allí?, y si deseaba que la acompañara, empezando a llover los piropos y tantas cosas lindas por el zambo Egart que le seguía enviando palabras amorosas. Llegando al tamarindo rumbo a la Alameda y no la podía alcanzar y al darse cuenta adonde se dirigía nada menos que al cementerio; el zambo Egart sacó su revólver y disparó cinco tiros a este personaje invadido por un frío extraño, el valiente regresó decepcionado, levantándose muy temprano para componer el cuerpo con un guaracazo de yonque, juntos con sus amigos a quienes narró lo sucedido y ellos le informaron que era “La Viuda Alegre”. Seguía la chupeta y las composturas de cuerpo en las madrugadas como de costumbre; el macho Egart enfermó y no duró ni cuatro días más. Se fue en pos de la viudita alegre. Y como la señora encontró su otro gil, se encuentra satisfecha y dejando a los lechuzones hacer sus correrías sin estorbo.

Leyenda El Diablo de la Catedral

El diablo que existe en la catedral de Arequipa vino de Francia, de acuerdo al legado de la señora Javiera Lizárraga de Álvarez Comparet. Dicen que como Dios, el diablo está en todas partes, pero en bulto y con cola agárrense feligreses, está nada menos que en la catedral de Arequipa que debe ser uno de los lugares del mundo, tal vez el único, en que una imagen da Satanás se luce al interior de una iglesia.
Resultado de imagen para leyenda el diablo de la catedralSi bien la imagen del amo del infierno no recibe veneración pública, cabeza y cuerpo con alas y cola enroscada de serpiente, esta hermosa’ obra de ebanistería se mandó construir por disposición testamentaria de la señora Javiera Lizárraga de Álvarez Comparet, de los talleres de Buisine — Rigot en Lille (Francia) el arequipeño Don Juan Mariano de Goyeneche y Gamio, quien por los tiempos en que se fabricaba el pulpito era ministro plenipotenciario del Perú, en Francia, fue el encargado de gestionar la feliz culminación de la obra que fue terminada después de 15 meses de trabajo y a un costo de 25,000 Francos (Gracias señora Javiera), lo curioso del caso es que el pulpito estuvo apto para traerse a Arequipa el Fatídico año de 1879. y cuando ya habían llegado a Francia las noticias de la guerra que el Perú sostenía contra Chile, no sabemos cómo «cosas del Diablo» decían mi abuela en medio de la guerra, con los puertos peruanos asediados y bloqueados, con las rutas marítimas súper vigiladas, etc.

domingo, 29 de mayo de 2016

Leyenda del Origen del Lago Titicaca

Se cuenta en las pampas cercanas de la ciudad de chucuito, cubiertas actualmente por las aguas del lago Titicaca, existía una floreciente población en cierta ocasión llego una mujer forastera cargado en su espalda una gran tinaja o huakulla de barro con una tapa bien ajustada, muy penosamente vencida por la fatiga se alojó en una casa después de muchas suplicas, la gente del pueblo se habían olvidado las normas de hospitalidad, pero se quedo.

Al siguiente día muy temprano quiso continuar su viaje, en realidad había pasado una noche muy mal por falta de una cama y alimentos, lo habían alojado en los rincones de la cocina y no lo habían invitado en la cena.

A causa de ellos no tenia fuerza ni la energía para llevar la tinaja huakulla, suplicó a los dueños, para dejar su huakulla. Bueno, le permitieron dejar hasta su regreso, pero la mujer había dicho por favor no lo van a destapar y que tengan mucho cuidado. Aceptaron obsequiosamente los dueños de la casa, con la promesa de no hacerlo.

A varios las hormigas les había picado constantemente en la comunidad y se preguntaban que tendría la tinaja, porque les había recomendado no quitar la tapa. No podían soportar tanto tiempo la inquietud y con las esperanzas de hallar algo muy valioso quitaron la tapa, entonces muy consternados vieron brotar un violento churro de agua, el agua salía interminablemente inundando al final toda la comarca y a los habitantes de los moradores, no tuvieron tiempo para escapar. Juntamente con el chorro de agua salieron los peses, las, gaviotas, flamencos, patos, chanchos, patillos, zambulledores, q’eñola, qaslachup’uquña y todo los aves y seres vivientes que en la actualidad viven en las aguas de Titicaca, que a su vez son el efecto de ambición y la curiosidad de los habitante de ese pueblo.

Se cuentan también que en ciertas horas de la noche y en determinados días de la semana se observa en el fondo de lago una ciudad desaparecida especialmente en aquellos momentos que se llama, ahora mal momento.

Historia del Alto de la Alianza


La batalla del Alto de la Alianza, o batalla de Tacna, fue una acción bélica que se desarrolló en Tacna el 26 de mayo de 1880, en el marco de la Guerra del Pacífico, siendo una de las acciones militares más grandes de la Campaña de Tacna y Arica.[8]
Se enfrentaron los ejércitos aliados de Bolivia y Perú, ambos dirigidos por el general boliviano Narciso Campero, contra el Ejército de Chile, comandado por el general Manuel Baquedano que, luego de casi una hora de combate, resultó en victoria para la armada chilena. Como resultado de la batalla, Bolivia se retiró militarmente de la guerra, la cual continuaría sólo entre las fuerzas de Chile y Perú.
El lugar de la batalla fue la meseta del cerro Intiorko (en quechua, 'Alto del Sol'). Antes de la batalla, ya se conocía a la ubicación del campamento aliado con el nombre de Alto de la Alianza debido al Tratado de Alianza Defensiva Perú–Bolivia. También se le conoce como Campo de la Alianza.
Aunque respecto de las cifras de las bajas (muertos y heridos) correspondientes a esta acción de guerra no hay acuerdo entre los historiadores, es fácil concluir que la batalla, como lo dice Francisco Machuca (Sub Teniente chileno del Batallón Coquimbo, que participó en la Guerra del Pacífico) en su obra “Las cuatro campañas de la Guerra del Pacífico”, fue una de las batallas más sangrientas del siglo XIX chileno.

Leyenda de los hermanos Ayar

Sobre la montaña Pacaritambo (doce leguas al noroeste de Cuzco) aparecieron los hermanos Ayar, después del gran diluvio que había desvastado todo.
De la montaña llamada "Tampu Tocco" partieron cuatro hombres y cuatro mujeres jóvenes, hermanas y esposas de ellos a la vez.
Eran Ayar Manco y su mujer Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y finalmente, Ayar Auca y su esposa Mama Huaco.
Viendo el estado de las tierras y la pobreza de la gente, los cuatro hombres decidieron buscar un lugar más fértil y próspero para instalarse. Llevaron con ellos a los miembros de diez Ayllus (organización inca que agrupaba diez familias) y se dirigieron hacia el sudeste.

Pero un primer altercado se produjo entre Ayar Cachi, un hombre fuerte y valiente, y los demás. Sus hermanos lo celaban y quisieron matarlo. Con ese plan, le ordenaron volver a las cavernas de Pacarina (se llama así, en quechua, al lugar de los orígenes) a buscar semillas y agua.
Ayar Cachi entró en la caverna de Capac Tocco (ventana principal de la montaña "Tampu Tocco") y el sirviente que lo acompañaba cerró con una gran piedra la puerta de entrada... Ayar Cachi jamás pudo salir de allí.
Los siete hermanos y hermanas restantes, seguidos de los ayllus, prosiguieron su camino y llegaron al monte Huanacauri, donde descubrieron un gran ídolo de piedra con el mismo nombre. Llenos de respeto y de temor frente a este ídolo, entraron al lugar donde se lo adoraba.
Ayar Uchu saltó sobre la espalda de la estatua y quedó enseguida petrificado, haciendo parte en delante de la escultura.
Aconsejó a sus hermanos de seguir el viaje y les pidió que se celebre en su memoria la ceremonia del Huarachico, o "iniciación de los jóvenes".


En el curso del viaje Ayar Auca fue también convertido en estatua de piedra, en la Pampa del Sol. Ayar Manco, acompañado por sus cuatro hermanas, llegó a Cuzco donde encontró buenas tierras; su bastón se hundió con facilidad pero no pudo retirarlo sin esfuerzos, lo cual era una buena señal. Entusiasmados conr el lugar decidieron quedarse allí.
Ayar Manco fundó entonces una ciudad, en nombre del creador Viracocha y en nombre del Sol. Esta ciudad fue Cuzco (ombligo, en quechua), la capital del Tahuantinsuyo (imperio de las cuatro provincias).

Leyenda de Manco Capac y Mama Ocllo

En las regiones cercanas al Lago Titicaca, los hombres vivían como animales salvajes, ya que no tenían religión, leyes o una organización que los aglutinara. Estos habitantes desconocían la agricultura y no poseían tecnicas de textilería por lo cual andaban desnudos. Ellos tenían como hogares a las cavernas y se alimentaban de la caza y recolección de alimentos.

El dios Inti, se compadeció de aquellas personas y envió a su hijo Ayar Manco junto a su hermana Mama Ocllo para que civilizaran a esas poblaciones barbaras y fundara un imperio que honrara al dios Inti. Ayar Manco se dedico a enseñarles a los hombres normas de convivencia en sociedad y a adorar al dios Inti. En cambio, Mama Ocllo les enseño a las mujeres técnicas de textilería y labores domesticas.

Ayar Manco, llamado también Manco Capac, antes tuvo que fundar una ciudad, la cual seria el centro del mundo. Su padre, el dios Inti, le proporciono una vara de oro para que buscara la tierra prometida. Les recomendó viajar hacia el norte del lago Titicaca y hundir el bastón de oro en las tierras por donde pasaran hasta encontrar el lugar en donde este se hunda la vara con facilidad y allí fundar la ciudad del Cusco en donde dirigían su imperio.

Al llegar a una región norteña del Lago Titicaca, fueron vistos por los lugareños quienes los confundieron con dioses debido al brillo de sus vestimentas y joyas. Pasaban los días y Manco Capac no hallaba la tierra en donde el bastón se hundiese con facilidad.

Pero un día al llegar a una valle majestuoso acordonado por bellas montañas la vara de oro se enterró en el suelo ante el asombro de Manco Capac y Mama Ocllo. Es así como supieron que ese lugar debería convertirse en la capital del Imperio de los Incas y ombligo del mundo.

Manco Capac prontamente emprendió la tarea civilizadora en el valle del Cusco. Enseño a los hombres la agricultura, la pesca, la construcción de viviendas, las ciencias, la religión, etc. Mama Ocllo tuvo la tarea de capacitar a las mujeres en labores domesticas y de tejido para crear vestimentas que los cubran de su desnudez. Manco Capac junto a Mama Ocllo fueron los fundadores del imperio que luego harían grandes sus descendientes.

La historia del Peru

La historia del Perú abarca de manera continua más de 13 milenios de ocupación humana.[1] Los primeros grupos humanos habrían llegado hacia fines de la glaciación wisconsiense hacia el XI milenio a. C. como cazadores-recolectores, cuyos descendientes empezaron a desarrollar la horticultura hacia el VIII milenio a. C.. A partir de entonces se dio inicio un escalamiento en la complejidad social y cultural de los pueblos de la región, que dio nacimiento al Antiguo Perú. Hacia el IV milenio a. C., aparecieron en la costa central las primeras sociedades con arquitectura monumental que tejieron una extensa red de comercio vinculando productos de la Amazonía y las costas ecuatorianas. Conformaron la cultura Caral-Supe, desvanecida hacia el 1800 a. C. mientras daba paso a nuevas poblaciones en la costa al norte y sur, albores del surgimiento de Cupisnique y al posterior fenómeno de Chavín, un importante centro cultural que articuló las sociedades agrícolas de su época hasta el 200 a. C..
Chavín fue sucedida por los primeros Estados militarizados de las culturas Moche al norte y Nazca al sur, surgidos en paralelo al ascenso de Tiahuanaco en el Altiplano. Hacia el año 600, surge en la zona de Ayacucho la cultura Huari, cimentada en desarrollo de la andenería para el cultivo del maíz, la cual mostró un desarrollo urbanístico y una notable influencia Nazca y Tiahuanaco. Huari se expandió progresivamente por los Andes al norte hasta Cajamarca. A inicios del II milenio el poder político se fraccionó dando origen varios estados centralistas como Lambayeque y Chimú en el norte y Chincha en el sur. Este último articuló una vasta red de comercio desde el Ecuador hasta el Altiplano. En 1438, el Imperio incaico inicia su expansión hasta dominar, hacia el siglo XVI, el territorio más extenso en el hemisferio occidental.
En 1532, aconteció la Conquista del Perú, conducida por Francisco Pizarro con apoyo de algunos pueblos disidentes del incanato, sucedida por las guerras civiles entre conquistadores hasta el definitivo establecimiento del Virreinato del Perú en 1572. La llegada de los españoles y la era colonial significó la introducción de la Iglesia católica y un intenso mestizaje entre españoles, indígenas y negros trasladados en calidad de esclavos desde África. Durante el siglo XVII, la explotación minera dominó la economía mercantilista del virreinato, especialmente alrededor de Potosí.
La implementación de las agresivas Reformas Borbónicas en el siglo XVIII fomentaron sucesivas rebeliones que desembocaron en la violenta Rebelión de Túpac Amaru II (1780-1781). La invasión francesa en España fomentó las ideas libertarias en el Perú, que declaró su Independencia en 1821 y la consolidó en 1824 con la ayuda de los movimientos libertadores del sur y del norte.
Tradicionalmente, la historia peruana ha sido dividida en las épocas Precolombina, Colonial (a partir de la Conquista) y Republicana (tras la Independencia).